El título de este artículo se lo debo a un excelente filósofo contemporáneo, Rafael Alvira, en el marco de una conversación de sobremesa, con otros colegas del área de Filosofía, de la Universidad de Piura. Varios de estos jóvenes colegas tienen ya un currículo amplio. Por un lado, son exalumnos de carreras profesionales tales como […]
Por Luz González. 01 septiembre, 2014.El título de este artículo se lo debo a un excelente filósofo contemporáneo, Rafael Alvira, en el marco de una conversación de sobremesa, con otros colegas del área de Filosofía, de la Universidad de Piura.
Varios de estos jóvenes colegas tienen ya un currículo amplio. Por un lado, son exalumnos de carreras profesionales tales como Comunicación o Derecho. Por otro, son profesores de Filosofía en el pregrado. Y lo más interesante, son alumnos al nivel posgrado, pues cursan el Máster en Filosofía organizado por la Facultad de Humanidades de la UDEP, para sus dos campus, el de Lima y el de Piura. Precisamente, el profesor Alvira ha venido al Perú para dictar una asignatura en dicho posgrado; también ha participado en un acto de homenaje a un connotado filósofo, Leonardo Polo, fallecido el año pasado.
Alvira es un agudo crítico de los juicios de valor que hoy reinan y dominan la opinión pública mundial. Sostiene la tesis de que el mundo académico tampoco se salva del economicismo, porque se ha vuelto “economicista también”.
En el mundo académico, por ejemplo, lo sabemos bien los profesores universitarios, hay que colocar lo que uno escribe en revistas científicas indexadas. Esa es la vitrina privilegiada. Si uno no se hace visible allí, nadie te lee. En torno a este tópico Alvira elaboró un discurso chispeante: “Platón nunca sería publicado por una Revista Indexada”. ¿Por qué? Porque alguno de los jueces necesariamente se sentirá obligado a decir: en la página dos, no cita a pie de página a ninguno de sus predecesores. O dirá: este artículo omite la Bibliografía al final. Y un largo etcétera de prescripciones.
Felicité al doctor Alvira por hablar en la Universidad con tanto desparpajo del economicismo. Es una perspectiva que hay que tener muy en cuenta hoy día. También hay otra que mencionó en la sobremesa: “la sociedad actual está impregnada de sofística”.